Resumen:
En algunos países esto ha sucedido de forma acelerada, en otros el paso ha
sido más lento; pero en última instancia todos han convergido en un mundo digital en el
que la información es el activo intangible más valioso; y por consiguiente debe ser
protegido de posibles pérdidas, robos, mal uso, etc. (Suarez, 2020).
Según (OEA, 2018) El sector financiero, ha sido uno de los sectores con mayores
índices de digitalización. Cada día un mayor número de clientes del sector financiero
son usuarios de servicios electrónicos, realizan transacciones por internet o pagos a
través de dispositivos móviles. Esta adaptación de los modelos de negocio y la
explotación de canales digitales pretenden aprovechar las ventajas de las tecnologías,
que tiene como contrapartida la aparición de nuevos riesgos que se deben prevenir con
el fin de mitigar los posibles ataques y situaciones de fraude a los que está expuesto
actualmente el sector y, por supuesto sus usuarios.
En Ecuador, al igual que en muchos otros países de América Latina, los sistemas
informáticos, incluyendo los servidores y servicios que brindan las instituciones
financieras, están en constante riesgo de ser vulnerados y atacados. Con el avance de
nuevas tecnologías y técnicas, las amenazas a estos sistemas aumentan cada año. Por
lo tanto, es fundamental considerar qué es lo que se debe proteger y de quién, y definir
las políticas de seguridad adecuadas para garantizar una red segura. Estas políticas
deben incluir estrategias claras para proteger los sistemas y evitar vulnerabilidades
(Ojeda y otros, 2020).
Es esencial garantizar la protección de los equipos informáticos para evitar
riesgos que puedan poner en peligro la estabilidad de la organización. Hay que tener en
cuenta que la seguridad informática está estrechamente relacionada con la gestión de
riesgos. Invertir en la protección de los sistemas informáticos no solo mejora la
rentabilidad, sino que también demuestra un compromiso sólido hacia el futuro de las
entidades financieras.
Descripción:
In some countries this has happened rapidly, in others the pace has
been slower; but ultimately they have all converged on a digital world in which
that information is the most valuable intangible asset; and therefore it must be
Protected from possible loss, theft, misuse, etc. (Suarez, 2020).
According to (OAS, 2018), the financial sector has been one of the sectors with the greatest
digitization indices. Every day a greater number of clients in the financial sector
are users of electronic services, carry out online transactions or make payments
through mobile devices. This adaptation of business models and
exploitation of digital channels aim to take advantage of the advantages of technologies,
which has as its counterpart the appearance of new risks that must be prevented with
in order to mitigate possible attacks and fraud situations to which it is exposed
currently the sector and, of course, its users.
In Ecuador, as in many other Latin American countries, the systems
computing, including servers and services provided by institutions
financial, are at constant risk of being violated and attacked. With the advancement of
new technologies and techniques, threats to these systems increase every year. By
Therefore, it is essential to consider what needs to be protected and from whom, and define
appropriate security policies to ensure a secure network. These policies
must include clear strategies to protect systems and avoid vulnerabilities
(Ojeda et al., 2020).
It is essential to guarantee the protection of computer equipment to avoid
risks that may endanger the stability of the organization. It must be taken into account
Keep in mind that computer security is closely related to the management of
risks. Investing in the protection of computer systems not only improves the
profitability, but also demonstrates a solid commitment to the future of the
financial entities.