Resumen:
Evaluar la calidad de vida de las personas con discapacidad implica atender una serie de
necesidades personales. Esto incluye aspectos como la salud física, la funcionalidad, las
condiciones de vida, las relaciones sociales, la situación económica, la vivienda, la educación y
el empleo, entre otros. Es esencial que la calidad de vida de estas personas no sea inferior a la
de aquellas sin discapacidad; de hecho, debería implicar la provisión de recursos adicionales
para ayudarles a enfrentar sus circunstancias. La noción de calidad de vida está en constante
evolución y se concibe como un estado de comodidad y satisfacción personal para el individuo
(Guerra, 2018).
Las personas con capacidades especiales enfrentan desafíos significativos en actividades
cotidianas como vestirse, lo que a menudo requiere ayuda externa y puede afectar su intimidad.
Esto se evidencia también en el ámbito deportivo, donde se busca proporcionar comodidad y
libertad durante el ejercicio y los cambios de vestimenta (Manobanda, 2017, pág. 23).
Estudios señalan que estas personas deben adaptarse constantemente para integrarse
socialmente, y a menudo se enfrentan al estigma de no sentirse atraídas por la moda debido a
la percepción de que su apariencia física limita su interés en lucirse o escapar de la frivolidad, lo
que impacta en su calidad de vida.
En la provincia de Tungurahua, la falta de diseño y confección de prendas para niños con
capacidades especiales se atribuye al desconocimiento de los requisitos de tela y al desafío que
implica su creación. La ausencia de moda ergonómica y propuestas de diseño para este mercado
ha generado una falta de oferta, lo que resulta en una falta de demanda a pesar de la necesidad
existente. Además, la carencia de investigación, selección adecuada de materiales e inversión
en maquinaria idónea contribuye al desperdicio de material y a la baja calidad de las prendas
confeccionadas (Fernández, 2019).
Descripción:
Evaluating the quality of life of people with disabilities involves addressing a series of
Personal needings. This includes aspects such as physical health, functionality,
living conditions, social relations, economic situation, housing, education and
employment, among others. It is essential that the quality of life of these people is not lower than the
of those without disabilities; in fact, it should involve the provision of additional resources
to help them face their circumstances. The notion of quality of life is in constant
evolution and is conceived as a state of comfort and personal satisfaction for the individual
(Guerra, 2018).
People with special abilities face significant challenges in activities
everyday tasks such as getting dressed, which often requires outside help and can affect your privacy.
This is also evident in the sports field, where the aim is to provide comfort and
freedom during exercise and clothing changes (Manobanda, 2017, p. 23).
Studies indicate that these people must constantly adapt to integrate
socially, and often face the stigma of not being attracted to fashion due to
the perception that their physical appearance limits their interest in showing off or escaping frivolity, which
that impacts their quality of life.
In the province of Tungurahua, the lack of design and manufacture of clothing for children with
special capabilities is attributed to ignorance of fabric requirements and the challenge that
implies its creation. The absence of ergonomic fashion and design proposals for this market
has generated a lack of supply, resulting in a lack of demand despite the need
existing. Furthermore, the lack of research, adequate selection of materials and investment
in suitable machinery contributes to the waste of material and the low quality of garments
ready-made (Fernández, 2019).