IMPLEMENTACIÓN DE UN PROCESO DE INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA PARA LA ATENCIÓN A PACIENTES EN SITUACIÓN DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

Abstract

El presente proyecto está dirigido a la Implementación de un proceso de Intervención Psicológica que posee un diseño basado en recursos que proporciona la Teoría Cognitivo Conductual y la Terapia Cognitiva aplicados en el ámbito de la Violencia de Género, donde se estructurará un plan de sesiones para abordar sintomatología y dar soporte a las pacientes que serán parte de la muestra y que acudan a solicitar atención psicológica en la consulta privada. Mesa y Córdova (2018) en un recorrido histórico enuncian que las estructuras hegemónicas de las sociedades propician estilos segregacionistas en contra de las mujeres, anulando su participacion en el desarrollo de las sociedades. Es necesario estimar que se considera un tema de salud pública no por la denominación patológica, sino por el impacto social; para Gonzáles, Pardo e Izquierdo (2017) la violencia facilita la autoridad a la persona que la ejerce y somete a la persona que la recibe y de esta manera se delimitan posiciones de dominación y entorpecimiento. Resaltando la importancia del ámbito intrafamiliar en el que se desarrollan las muestras de violencia, Mayor & Salazar (2019) mencionan que la familia es el primer filtro de socialización, si es que se ve afectado por violencia, se obstaculizaría la transmisión de distintos valores humanos que decantaría en múltiples perjuicios de índole psicológica física y social. Ecuador tiene sus propios tratados sobre la Violencia, la Asamblea Nacional República del Ecuador(2018) enfatiza las relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres, donde esto provoca un ascenso simbólico de lo masculino frente a lo femenino formulando un control que hasta cierto punto se ubica como normalizado y legitimado. Según el Análisis de la Violencia de Género presentado por la Fiscalía General del Estado en (2020) 69 de cada 100 mujeres de edades comprendidas entre 30 y 44 años han sido víctimas de algún tipo de violencia (física, sexual, psicológica, patrimonial, gineco-obstétrica, política, simbólica) a lo largo de su vida. Además, 65 de cada 100 mujeres han sido víctimas de violencia en algún ámbito de su vida (educativo, laboral, social, familia, pareja), siendo el ámbito de la pareja el que más incidencia tiene con un 43%.