Resumen:
La gastronomía abarca diferentes ramificaciones tales como la panadería y la
pastelería, la cocina de autor y la de fusión, el estudio de las enfermedades
causadas por los alimentos hasta lo que se mencionará como lo es la cocina
molecular, pero la idea del uso de productos químicos para el consumo diario
es algo que a las personas les parece preocupar, la polémica por el uso de
ingredientes como el alginato o el calcio no es una novedad, críticos,
científicos, periodistas, inclusive profesionales del ámbito gastronómico han
demostrado su desaprobación a la llamada cocina molecular, se alega que esta
cocina es un riesgo para el comensal. “El científico no debe entrar a la cocina”,
“el uso de los químicos daña la salud del cliente”, estos son unas de las
expresiones más usadas que desalientan a las personas en el consumo este
tipo de alimentos, o del aprendizaje de esta rama de la gastronomía. Lo que no
se toma en cuenta es que ya consumimos demasiados químicos, por lo que
esta respuesta no se puede considerar válida, ya que no hay intenciones de
sustituir la cocina clásica por la molecular, y es claro que para juzgar se deben
conocer las bases de este nuevo tipo de cocina, la cocina molecular no
remplazara la cocina como la conocemos, no la mejorara ni la ayudara, solo
ofrece un nuevo punto de vista que se debería tomarse en cuenta, para lo que
la creación de una guía explicativa para su mayor comprensión podría
representar parte de la solución al problema del desconocimiento a la
utilización desarrollo y aprendizaje de la cocina molecular, ya que es
fundamental tener cuidado con sus ingredientes, su composición, forma de
almacenarlos, etc.; temas que pueden ser una parte importante de una guía
metodológica que evite posibles riesgos a la salud de comensales o expertos,
es el objetivos mayor a la presente propuesta.