Resumen:
La dinámica laboral, transcurre actualmente en un momento histórico en que la incorporación de las
nuevas tecnologías, la globalización y la pandemia del COVID-19 han generado diversos niveles de estrés
colectivo en los diferentes puestos de trabajo, ya que las personas han tenido que enfrentar cambios
abruptos, presiones y situaciones de emergencia cuya incidencia en el ejercicio profesional ha sido
notable, especialmente en el sector salud, pues los médicos de guardia en unidades de emergencia y
aislamiento han tenido que enfrentar una situación extraordinaria con elevados niveles de riesgo.
Desde diciembre del año 2019 se reconoció el virus que meses más tarde fue nombrado por la OMS
como SARS-CoV-2 como el responsable de presentar la enfermedad por COVID-19 que de manera
agresiva y rápidamente se transformó en una pandemia debido a que se reportaron casos en 125
naciones. Producto del incremento acelerado de casos se establecieron cambios en las políticas de salud
a nivel mundial por recomendaciones internacionales, lo que generó el colapso de los servicios de
emergencia por el ingreso excesivo de pacientes lo cual demandó el incremento de la capacidad de
asistencia no sólo con el personal sino en la habilitación de espacio físico.
En Ecuador, el número de casos en abril del año 2020 lo ubicó como la nación de américa del sur con
mayor tasa de casos en la región (MPS, 2020), en respuesta a esta realidad el Ministerio de Salud Pública
del Ecuador ejecuta estrategias para mitigar la enfermedad estableciendo el cierre de diversos servicios,
especialmente el de las cirugías no emergentes, con la intención de que el personal médico prestará sus
servicios en primera línea en la pandemia, en virtud de fortalecer los Hospitales designados como
referencias para COVID-19.
Los médicos, el COVID-19 generó un clima de tensión absoluta durante la pandemia debido a que
estaban dentro de esa primera línea de atención de los pacientes que presentaron el virus, lo cual, les
expuso a condiciones potencialmente riesgosas para su salud mental debido a la preocupación por
propagar la infección y la mayor demanda de carga horaria producto de la elevada demanda asistencial
(Vinueza et al., 2021), especialmente, aquellos que brindaron atención en las unidades de emergencia de
aislamiento por COVID-19 ya que existe una mayor susceptibilidad al estrés continuado derivado de la
intensidad del trabajo que se realiza y la dificultad de las tareas que deben atender el estado crítico del
paciente (Martínez, et al., 2018).
Descripción:
The labor dynamics currently takes place in a historical moment in which the incorporation of the
new technologies, globalization and the COVID-19 pandemic have generated various levels of stress
group in the different jobs, since people have had to face changes
abrupt, pressures and emergency situations whose impact on professional practice has been
remarkable, especially in the health sector, since the doctors on duty in emergency units and
isolation have had to face an extraordinary situation with high levels of risk.
Since December 2019, the virus was recognized that months later was named by the WHO
such as SARS-CoV-2 as the one responsible for presenting the disease by COVID-19 that in a way
aggressive and quickly became a pandemic as cases were reported in 125
nations. As a result of the accelerated increase in cases, changes were established in health policies
worldwide by international recommendations, which generated the collapse of the services of
emergency due to the excessive admission of patients, which demanded an increase in the capacity of
assistance not only with the staff but in the preparation of physical space.
In Ecuador, the number of cases in April 2020 placed it as the South American nation with
highest rate of cases in the region (MPS, 2020), in response to this reality the Ministry of Public Health
of Ecuador executes strategies to mitigate the disease by establishing the closure of various services,
especially that of non-emergent surgeries, with the intention that the medical staff will lend their
services on the front line in the pandemic, by virtue of strengthening the Hospitals designated as
referrals for COVID-19.
Doctors, COVID-19 generated a climate of absolute tension during the pandemic because
were within that first line of care for patients who presented the virus, which,
exposed to conditions potentially risky to their mental health due to concern for
spreading the infection and the greater demand for workload as a result of the high demand for care
(Vinueza et al., 2021), especially those who provided care in the emergency units of
isolation by COVID-19 since there is a greater susceptibility to continued stress derived from the
intensity of the work performed and the difficulty of the tasks that must attend to the critical state of the
patient (Martínez, et al., 2018).