Resumen:
En los últimos años, la Banca tradicional ha identificado en los segmentos de las
microempresas, y empleados en relación de dependencia, como el de mayor
proyección y crecimiento, y han apuntado sus esfuerzos a desarrollar productos y
servicios para atraer a estos clientes dentro del mercado. De igual manera las
entidades de control han establecido políticas y normas que obligan a las instituciones
que realizan intermediación financiera, incorporar metodologías de calificación a través
de scoring y tecnología crediticia para la atención de estos segmentos y control de la
morosidad
La cooperativa de Ahorro y Crédito San Francisco de Asís es una Institución financiera
contralada por la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria, dedicada a la
intermediación financiera ofreciendo productos y servicios que faciliten la captación de
activos (dinero) que luego será entregado a los socios en calidad de préstamos; esto
contribuirá al mejoramiento en la condición de vida de los beneficiarios y por ende de
la sociedad. Los sectores crediticios en los que está enfocada la cooperativa son los
de Consumo y Microcrédito. La intermediación financiera implica la exposición a
diversos riesgos que se originan de manera endógena o exógena. Entre los principales
y uno de los más importantes dada la naturaleza del negocio es el riesgo de crédito, el
cual se define como la posibilidad de que los prestatarios no cancelen los préstamos
recibidos según las condiciones pactadas en el tiempo y formas convenidas.
El riesgo de irrecuperabilidad de los préstamos puede estar condicionado a factores
externos que afecten las actividades productivas, comerciales o de servicio a las que
se dedican los microempresarios, así como también factores políticos, económicos
que afectan a las personas dependientes laboralmente. Por ejemplo la escasez de
materias primas, la inflación, la devaluación, desempleo, etc.
Los factores internos obedecen a riesgos de la propia institución tales como: La
gestión administrativa, operativa y financiera.
Por esta razón, la tarea crucial de las instituciones financieras consiste en realizar un
análisis previo de alta calidad que posibilite a la misma minimizar el riesgo inherente
de cada operación de crédito. Monitorear el riesgo de crédito es fundamental para
preservar la estabilidad de la institución y de hecho de todo el sistema financiero
ecuatoriano.