Entorno virtual de aprendizaje de la Neonatología

Abstract

Desde épocas remotas el hombre ha establecido sistemas de información y comunicación, como ejemplo de estos sistemas están las pinturas rupestres, que constituyeron un medio para la transferencia de ideas en la prehistoria. Con el pasar de los años (y siglos), estos sistemas se han transformado desde la creación impresa del libro hasta la ideación de recursos tecnológicos que favorecen la distribución del conocimiento, dando entrada a la época digital, con gran impulso de las tecnologías de información y comunicación (TIC), que combinan las ciencias electrónicas, informáticos y de comunicación telegráfica, con grandes interconexiones entre redes. (Heinze, Olmedo, Andoney, 2017) Según la UNESCO, en un documento elaborado por Hinostroza (2017), las TIC han sufrido un gran impulso al final del siglo XX y lo transcurrido del siglo XXI, ya que, prácticamente no existe un aspecto de la vida que no sea impactada por ellas: la economía, los empleos, la salud, la información, la producción industrial, la política, la sociedad, y por supuesto, la educación. Actualmente el conocimiento se reproduce a una velocidad increíble llegando a todos casi instantáneamente. Esto condiciona que los regímenes educativos se vean forzados a una innovación, desde un sistema que formaba a una sociedad industrial, a otro que forme ciudadanos que se desenvuelvan en la era del conocimiento, que incluye habilidades de administración de la información, transmisión de datos, resolución de conflictos, razonamiento reflexivo, creativo, innovador, autónomo, colaborativo. En este mismo documento, la educación es considerada como el elemento que integra culturalmente a la sociedad, logrando su progreso provechoso. No obstante, contrariamente a los trabajos cumplidos en los últimos años, en Latinoamérica, los sistemas educativos todavía poseen importantes problemas para obtener una educación de gran calidad que cubra a gran parte de la población. Se encuentra que, cerca del 50% de la población con edades entre 5 y 19 años, más de 150 millones, no se encuentra dentro de las instituciones educativas formales y poseen un nivel de instrucción que no les admite una igualdad plena en el mercado laboral actual, dejándolos con el riesgo de constituir una porción de la población con condiciones económicas deplorables.