Resumen:
El machismo radica en actitudes, creencias y prácticas, que se basan en la idea de superioridad
del hombre con relación a la mujer, tanto en ámbitos públicos, como al interior del hogar.
Consecuentemente para la sociedad ecuatoriana en la actualidad aún se conservan intactas y muy
arraigadas varias de estas creencias, como por ejemplo “el hombre de la casa”, “aunque pegue, aunque
mate marido es”. (Ramírez et al., 2017).
Lo antes mencionado facilita al hombre detentar el poder, la toma absoluta de decisiones y la
normalización de la violencia como instrumentos clave para controlar y someter a la mujer, sobre quien
recae un rol pasivo; destinada a servir y satisfacer a su marido, a las labores domésticas y la crianza de los
hijos. (Ramírez et al., 2017).
Las prácticas machistas generan un grave impacto en la sociedad, ya que atentan contra la
integridad de la mujer, ocasionado en muchos casos hasta su muerte. Es así que, las cifras en el país
generan preocupación, puesto que 65 de cada 100 mujeres han sufrido al menos un hecho de violencia
machista (física, psicológica o sexual) alguna vez en su vida; el 19 % tiene lugar dentro del ámbito
educativo. Los altos índices reportados en el 2021, han colocado al país en el segundo puesto a nivel de
Latinoamérica y el Caribe, con alrededor de 172 femicidios, esto quiere decir que cada 41 horas se registra
un nuevo caso. (INEC, 2019; Fundación Aldea, 2021).
En este mismo contexto, la provincia de El Oro lleva cuenta de 37 casos desde 2014 a 2019 (Revelo
et al., 2020). Ahora bien, en las localidades de Atahualpa, Portovelo y Zaruma la realidad no es nada
diferente, pues de acuerdo con la Juntas Cantonales de Protección de Derechos, el 90% de denuncias
recibidas corresponden a casos de violencia de género, incluyendo un femicidio en 2020. Y paralelamente en el ámbito educativo las alertas detectadas en el mismo período representan un 0,16%.
Descripción:
Machismo lies in attitudes, beliefs and practices, which are based on the idea of superiority
of men in relation to women, both in public spheres and inside the home.
Consequently, for Ecuadorian society today they are still preserved intact and very
several of these beliefs are rooted, such as "the man of the house", "even if he hits, even if
mate husband is”. (Ramirez et al., 2017).
The aforementioned makes it easier for man to hold power, make absolute decisions and
normalization of violence as key instruments to control and subjugate women, over whom
a passive role falls; intended to serve and satisfy her husband, to housework and raising children.
sons. (Ramirez et al., 2017).
Sexist practices generate a serious impact on society, since they threaten the
integrity of the woman, caused in many cases until her death. Thus, the figures in the country
cause concern, since 65 out of 100 women have suffered at least one act of violence
sexist (physical, psychological or sexual) at some time in his life; 19% take place within the scope
educational. The high rates reported in 2021 have placed the country in second place at the level of
Latin America and the Caribbean, with around 172 femicides, this means that every 41 hours there is
a new case. (INEC, 2019; Fundación Aldea, 2021).
In this same context, the province of El Oro has recorded 37 cases from 2014 to 2019 (Revelo
et al., 2020). Now, in the towns of Atahualpa, Portovelo and Zaruma the reality is nothing
different, because according to the Cantonal Boards for the Protection of Rights, 90% of complaints
received correspond to cases of gender violence, including a femicide in 2020. And in parallel
in the educational field, the alerts detected in the same period represent 0.16%.