Resumen:
La empatía, vista desde un enfoque multidimensional incluye dos dimensiones: cognitiva y
afectiva; y es de vital importancia para el desarrollo psicológico/emocional adecuado ya que puede
facilitar o dificultar la interacción social, es decir, las relaciones interpersonales en sí mismas (Moreno
et al., 2019).
En una investigación realizada por Martín et al. (2017), en un artículo denominado Empatía
en el trastorno mental grave, se menciona que mediante pruebas de neuroimagen y estudios de
comportamiento realizados en humanos y otros animales se han logrado describir las bases
neurobiológicas de la empatía, las cuales están conformadas por los sistemas emocional y cognitivo,
los mismos que son independientes y se desarrollan en diferentes edades, utilizando
neurotransmisores y redes neuroanatómicas diferenciadas; en este estudio definen a la empatía
cognitiva como la destreza para crear una idea sobre el estado mental y cognitivo de otra persona, sin
perder de vista su propia percepción al respecto; mientras que la empatía emocional es la capacidad
de sentir una respuesta empática al observar las emociones experimentadas por otra persona.
Según Mason et al. (2019), la empatía o la falta de la misma es un rasgo que se ha identificado
en muchos trastornos psicológicos, como por ejemplo personas diagnosticadas con trastornos del
espectro autista quienes poseen un buen desempeño en tareas que se relacionan con la empatía
emocional, mientras que por otro lado, en personas diagnosticadas con trastorno antisocial de la
personalidad, los estudios muestran problemas en el procesamiento emocional, lo que se asocia a
desórdenes empáticos emocionales. También se relaciona a la empatía con fenómenos positivos como
la prosocialidad, cooperación, extraversión, simpatía, altruismo, y asimismo se le ha asociado
negativamente con constructos como la agresión, el maquiavelismo y el distrés.
Como menciona Larrea (2018), usualmente practicamos la empatía con las personas con las
cuales sentimos que compartimos valores o que representan nuestras creencias; o que tienen
convicciones y formas de actuar similares a las nuestras, en sí con las personas con las que tenemos
similar manera de concebir la vida; mientras Gómez y Crespo (2018) indican que la falta de empatía
se presenta cuando no se toman en cuenta las reacciones emocionales de las personas a nuestro
alrededor.
Descripción:
Empathy, seen from a multidimensional approach, includes two dimensions: cognitive and
affective; and is vitally important for proper psychological/emotional development as it can
facilitate or hinder social interaction, that is, interpersonal relationships in themselves (Moreno
et al., 2019).
In an investigation carried out by Martín et al. (2017), in an article called Empathy
in severe mental disorders, it is mentioned that through neuroimaging tests and studies of
behavior carried out in humans and other animals have been able to describe the bases
neurobiological aspects of empathy, which are made up of the emotional and cognitive systems,
the same ones that are independent and develop at different ages, using
neurotransmitters and differentiated neuroanatomical networks; in this study define empathy
cognitive as the ability to create an idea about the mental and cognitive state of another person, without
lose sight of their own perception about it; while emotional empathy is the ability
of feeling an empathic response when observing the emotions experienced by another person.
According to Mason et al. (2019), empathy or lack thereof is a trait that has been identified
in many psychological disorders, such as people diagnosed with mood disorders
autistic spectrum who have a good performance in tasks that are related to empathy
emotional, while on the other hand, in people diagnosed with antisocial personality disorder
personality, studies show problems in emotional processing, which is associated with
empathic emotional disorders. Empathy is also related to positive phenomena such as
prosociality, cooperation, extraversion, sympathy, altruism, and has also been associated
negatively with constructs such as aggression, Machiavellianism and distress.
As Larrea (2018) mentions, we usually practice empathy with people with whom
which we feel we share values or that represent our beliefs; or what do they have
convictions and ways of acting similar to ours, in itself with the people with whom we have
similar way of conceiving life; while Gómez and Crespo (2018) indicate that the lack of empathy
It occurs when people's emotional reactions to our behavior are not taken into account.
around.