Resumen:
La educación desempeña un papel fundamental en la transformación de las actitudes, las
creencias y los comportamientos de las personas, tiene el potencial de impulsar el progreso
social, económico y cultural. En palabras de Nelson Mandela “La educación es el arma más
poderosa para cambiar el mundo” (Rossi, 2022). Además de proporcionar a las personas nuevos
conocimientos y habilidades, tiene el poder de provocar que el ser humano tome conciencia
sobre problemas sociales y desafíos globales, como la pobreza, la desigualdad de género, el
cambio climático y los derechos humanos. Además, fomenta la reflexión crítica y capacita a las
personas para convertirse en ciudadanos informados, activos, capaces de participar en la toma
de decisiones y abogar por un cambio positivo.
La educación también juega un papel muy importante en la transformación de las normas
culturales y sociales. Puede desafiar los estereotipos y prejuicios arraigados, promover la
tolerancia y la diversidad, y fomentar una mentalidad abierta y receptiva hacia diferentes
culturas y perspectivas. Cuando las generaciones más jóvenes reciben una educación inclusiva,
se pueden romper barreras culturales y se pueden crear sociedades más equitativas y
respetuosas. La educación impulsa la innovación impulsando a las personas a desarrollar las
habilidades necesarias para adaptarse a un mundo en constante cambio cada vez más
demandante de personas preparadas, creativas y de espíritu emprendedor.
Es evidente que la educación es un agente de cambio en todas las sociedades, pero
desafortunadamente las problemáticas sociales detienen el progreso de la educación. A raíz de
la pandemia del COVID-19 el tema de la deserción en la educación se agravó profundamente,
según cifras del Banco Mundial, en américa latina alrededor de 120 millones de niños habían
perdido o corrían el riesgo de perder el año lectivo en el año 2021 y el porcentaje de niños de
10 años incapaces de realizar una lectura comprensiva podría haberse incrementado del 51% al
62.5% (Banco Mundial, 2021).
Descripción:
Education plays a fundamental role in transforming attitudes,
people's beliefs and behaviors, has the potential to drive progress
social, economic and cultural. In the words of Nelson Mandela “Education is the most powerful weapon.”
powerful to change the world” (Rossi, 2022). In addition to providing people with new
knowledge and skills, has the power to cause human beings to become aware
on social problems and global challenges, such as poverty, gender inequality,
climate change and human rights. In addition, it encourages critical reflection and trains
people to become informed, active citizens, capable of participating in making
of decisions and advocate for positive change.
Education also plays a very important role in the transformation of norms
cultural and social. It can challenge entrenched stereotypes and prejudices, promote
tolerance and diversity, and foster an open and receptive mentality towards different
cultures and perspectives. When younger generations receive inclusive education,
Cultural barriers can be broken and more equitable and equitable societies can be created.
respectful. Education drives innovation by encouraging people to develop the
skills needed to adapt to an increasingly changing world
demanding prepared, creative people with an entrepreneurial spirit.
It is evident that education is an agent of change in all societies, but
Unfortunately, social problems stop the progress of education. In the wake of
the COVID-19 pandemic, the issue of dropouts in education became deeply aggravated,
According to figures from the World Bank, in Latin America around 120 million children had
lost or were at risk of missing the school year in 2021 and the percentage of children
10 years unable to read comprehensively could have increased from 51% to
62.5% (World Bank, 2021).