Modelo Pedagógico para el área de Lengua y Literatura, enfocado en la lectoescritura de los estudiantes del segundo de básica, con el uso de material didáctico concreto. Unidad Educativa Sudamericano-Cuenca.

Abstract

La obtención y progreso de competencias de lectoescritura durante los primeros años de la infancia, se erige como un aspecto crucial al comienzo de la escolarización de los niños. A pesar de ello, varias investigaciones indican que los niños adquieren sus primeros conocimientos en el ámbito doméstico, es decir, antes de su incorporación al entorno escolar. La importancia de la lectoescritura en niños de 7 años, cursando segundo de educación básica, radica en ser el cimiento fundamental para su desarrollo académico y personal. En esta etapa crucial, la adquisición de habilidades de lectura y escritura no solo le proporcionan acceso a la información, además, fortalece su capacidad de expresión y comprensión. En este contexto, la lectoescritura no solo es un indicador importante para el aprendizaje, también potencia el pensamiento crítico, la comunicación efectiva y el enriquecimiento del vocabulario, que contribuye a la formación integral de los niños hacia un futuro académico exitoso. El currículo de Lengua y Literatura, para el nivel elemental, se enfoca en cultivar las habilidades fundamentales de lectura, escritura y expresión oral, buscando fomentar la comprensión lectora, promover la escritura creativa y estructurada, así como desarrollar la capacidad de expresarse de manera efectiva. Según el Currículo de Educación (2016), el docente de Lengua y Literatura debe hacer uso de la pedagogía constructivista en la enseñanza del lenguaje, donde el estudiante desarrolla sus habilidades de lectura y escritura a través de la práctica directa, es decir, aprendiendo a leer y escribir. Esta aproximación destaca la importancia de estrategias didácticas que respalden procesos reflexivos y de sistematización, ya que contribuyen a la formación de lectores y escritores más competentes. El proceso educativo progresa de manera ascendente, facilitando la transición de lo particular a lo general. Inicia con la instrucción individual de las letras y sus respectivos sonidos; posteriormente,se combinan consonantes y vocales para formar sílabas. Estas sílabas se utilizan como base para la creación de palabras y, finalmente, se integran en la construcción de frases (Fontich Vicens, 2024). Este enfoque metodológico gradual busca desarrollar de manera sistemática las habilidades de lectoescritura, proporcionando a los estudiantes una comprensión paso a paso desde los elementos más básicos hasta la construcción de estructuras lingüísticas más complejas.