Resumen:
La inclusión educativa actualmente es un campo de gran interés en materia educativa, sobre todo
desde la perspectiva de los derechos humanos. Las políticas de inclusión tienen su origen,
precisamente, en un avance sustancial en la consideración de los derechos de las personas con
capacidades diferentes;sin embargo, es justamente en la escuela donde la alineación institucional con
la noción de educación inclusiva no se expresa plenamente, pues la homogenización y las distintas
brechas que se presentan en este contexto aún no han sido superadas. Así, es posible hablar de
inclusión en el derecho, pero una persistente exclusión de hecho. (Clavijo & Bautista, 2020); (Lara,
2019).
Una de las brechas en las que se expresa la exclusión educativa es en el inadecuado abordaje de
las necesidades educativas específicas (NEE), en donde el rol docente, institucional (curricular) y
parental es fundamental para facilitar la integración de niños y niñas con NEE, siendo una situación
problemática, sobre todo, para niños y niñas con trastorno del desarrollo intelectual (TDI). La
discapacidad intelectual (DI) o TDI es de los principales trastornos que afectan al proceso de desarrollo
neurológico, y se estima que afecta a alrededor de un 2 % de la población a nivel mundial (Des Portes,
2020), o bien a unos 110 millones de personas según la OMS (citada en (Leyva, y otros, 2021)).
Corresponde a una afectación cognitiva en la que se ven disminuidas las capacidades de aprendizaje
y las conductas adaptativas (APA, 2014).
Como Des Portes (2020) plantea, el TDI se expresa fundamentalmente en la interacción de un
sujeto con su entorno; es decir, se manifiesta en la brecha entre los hitos que se esperan desde este
entorno con el desarrollo efectivo. En este sentido, el entorno puede constituir tanto un obstáculo
para el desenvolvimiento y la calidad de vida de una persona con TDI o bien puede ser un factor
facilitador. Como Mulas y Rojas (2018) añaden, un nuevo enfoque en la conceptualización del TDI
avanza en dejar de lado la noción de discapacidad para hacer hincapié en su relación con el entorno y
en la potencialidad o brecha que este puede representar.
Descripción:
Educational inclusion is currently a field of great interest in education, especially
from the perspective of human rights. Inclusion policies have their origin,
precisely, in a substantial advance in the consideration of the rights of people with
different abilities; however, it is precisely in the school where the institutional alignment with
the notion of inclusive education is not fully expressed, since homogenization and the different
gaps that appear in this context have not yet been overcome. Thus, it is possible to speak of
inclusion in law, but a persistent exclusion in fact. (Clavijo & Bautista, 2020); (Lara,
2019).
One of the gaps in which educational exclusion is expressed is in the inadequate approach to
the specific educational needs (SEN), where the teaching, institutional (curricular) and
parenting is essential to facilitate the integration of boys and girls with SEN, being a situation
problematic, especially for boys and girls with intellectual development disorder (IDD). The
Intellectual disability (ID) or IDD is one of the main disorders that affect the development process
neurological, and it is estimated that it affects about 2% of the population worldwide (Des Portes,
2020), or about 110 million people according to the WHO (cited in (Leyva, et al., 2021)).
It corresponds to a cognitive affectation in which learning capacities are diminished
and adaptive behaviors (APA, 2014).
As Des Portes (2020) states, the TDI is fundamentally expressed in the interaction of a
subject with its environment; that is, it manifests itself in the gap between the milestones that are expected from this
environment with effective development. In this sense, the environment can be both an obstacle
for the development and quality of life of a person with IDD or it can be a factor
facilitator. As Mulas and Rojas (2018) add, a new approach in the conceptualization of TDI
advances in putting aside the notion of disability to emphasize its relationship with the environment and
in the potentiality or gap that this can represent.